martes, 4 de noviembre de 2008

Benvingut a la república independent de casa teva



Creo que después de 15 días viviendo en estos parajes, pocas cosas me hacen olvidarme de que estoy lejos de casa. De hecho, tengo una palabra para denominar a esos momentos en los que mi cerebro se autoengaña y me hace creer que estoy en territorio ripense: son los LAPSUS HOGAREÑOS.

Los 'lapsus hogareños' aparecen cuando menos te lo esperas. A veces me sorprenden en el coche, descubriendo algún edificio que se asemeja a algún otro de Madrid. Otras veces simplemente al despertarme...

Ayer por la tarde experimenté el último, y no pude sino reírme por el lugar donde ocurrió. Fue en el Ikea de L'Hospitalet, mientras 'paseaba' por sus inmaculados pasillos. En un principio pensé que se debía a que el 99% de mi casa está decorada con 'ikeadas', pero mi marketiniana mente me devolvió a la comercial realidad. Estoy convencida de que Ikea diseña sus tiendas con idéntica distribución unas de otras. Al fin y al cabo, todo comunica, y más cuando en los establecimientos de la cadena sueca nadie emplea menos de una hora en sus compras.

Conclusión: Ikea aumenta cada día los motivos para acrecentar mi adicción. I'm an Ikea addict and I love it. Y más si te hace sentir como en casa. (Ala, publicidad by the face para Ingvar Kamprad.)



Adeu nengs!!!

1 comentario:

OldTom dijo...

No soy yo muy partidario de IKEA, pero me figuro que esto se debe al paso de los años y a la necesidad que siempre hemos tenido los viejos rockeros de distinguirnos unos de otros.
Sin embargo, la velocidad con la que ahora vivis (yo nunca he pasado de los 64K) os lleva a usar y disfrutar de el concepto IKEA.
Ya seamos 64K o 2MG os quiero.